lunes, 30 de diciembre de 2013

El viejo suéter de papá


El sonido de llaves en la cerradura actuaba como un resorte en su cabeza. Dejaba caer los juguetes y corría apresurada, quería ser la primera en recibirlo. Al abrir la puerta, su rostro era el de un hombre profundamente cansado, pero cuando fijaba sus ojos en ella, su sonrisa dibujaba la felicidad. Se arrodillaba y abría sus brazos, entonces podía perderse en el viejo suéter de papá, que era como abrazar el universo.

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