domingo, 4 de mayo de 2014

Maternidad


Cómo pudo mi vientre
albergar tanta poesía.
Los versos más perfectos
escritos en tus ojitos
y tus pequeñas manos,
llenas de esperanza.

Cómo pudo mi cuerpo
alimentar el tuyo
haciendo pasar tanto amor
por ese delgado cordón;
el que me ató para siempre a ti,
el que sostiene mi valor
para protegerte con mi vida.

Y cómo pude sentir en mi interior
la luna y el sol,
las estrellas y todas las olas del mar,
ese océano fértil que te hizo crecer.

Cómo dos fragancias tan distintas
formaron en mi interior
la flor más hermosa,
la que hará con su sonrisa
que siempre sea primavera.

Cómo me fue concedido este don
que me acerca tanto a mi creador.

Acaso hay mayor privilegio…

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